6 Meses han pasado de este 2014 y hace nada que recuerdo haber estado en casa en vísperas de navidad, el tiempo literalmente corre cada vez mas, y eso se debe a la dinámica general de que día a día adquirimos mas responsabilidades.
Una de esas responsabilidades adquiridas en materia personal, termino volviéndose un objeto de estudio contundente que a hoy, inspiro este articulo.
Si no hubiese tenido un acercamiento tan directo a las artes, definitivamente hubiera estudiado psicología o sociología, seguramente me hubiera enfatizado en esa ultima. Y puedo asegurar que las mujeres ocuparían el 100% de mi labor de análisis social por que aunque intento comprenderlas, cada día, me resulta mas difícil entender que quieren.
Todo inicia en un momento de revelación en donde ya cansado de la inestabilidad propia de la soltería, se da el origen de la idea que no te deja dormir, si esa misma que escribió Nolan en “Inception”. Así que se me metió la idea de conseguir novia, quería una vieja rica, así tipo “arroz con leche”; que sepa bailar que sepa coser que sepa planchar que sepa abrir la puerta para ir a jugar.
Entonces le dije a un muy buen amigo que me presentara un prospecto, el en toda su confianza decidió presentarme a la “joya de la familia”, me dijo literalmente; “esta es mi tía, pero pilas que con ella es en serio”. Yo, ni corto ni perezoso le copie de una, y con mucho juicio hice la tarea, me dedique a proyectarme con ella de manera directa, pues ya conocía sus antecedentes, profesional, trabajadora, madre soltera…. en teoría muchas cosas que garantizaban tranquilidad a la hora de abordar una relación, así que por que no?
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