En época de climas bi-polares como los de Pereira por estos tiempos, es un poco difícil atinarle al look del día a día. Amanece haciendo frío, nos abre un sol maravilloso y luego nos recibe un aguacero de padre y señor. Y realmente atacar esto con neutros y bases blancas o negras no dejaría bien parado a el ejecutivo contemporáneo. Pero vamo’ a calmarnos, que todo tiene solución, y es que para eso están los colores. Si en moda las tonalidades calidad y frías son de conocimiento de cualquiera que se quiera vestir con coherencia, hay escenarios un mas avanzado en la misma teoría, veamos la parte técnica:
En las prendas de vestir, los colores claros son más veraniegos, ya que rechazan más cantidad de rayos luminosos. Por el contrario, los colores oscuros son los usados mayoritariamente en invierno, ya que retienen más la luz y se calientan más. Las paletas pálidas amplían mucho el espectro visual de un atuendo, dan esa sensación de «vacío», y lo que está vacío es ligero y lo ligero se asocia a lo claro. Lo claro de la sensación de ser menos pesado que lo oscuro. El peso visual de una outfit viene determinado por la oscuridad o saturación en referencia a su entorno, como puede apreciarse en la foto.
Ahora respecto al look esta conformado por un traje de 3 piezas de Ted Baker en color «cardo» que no es mas que un púrpura pálido propio de la region escocesa (Se le dice así debido a la relación en color con su flor nacional). La camisa es de fabricación nacional con lineas púrpuras horizontales para uso con mancornas. La correa es de Scotch & Soda en piel de cocodrilo sintética. El calzado a juego con la correa en material sintético, y el cierre se lo dejamos a el pañuelo que agrupara todo para definir los focos del color en el atuendo.
PD: Se me olvido quitarle las etiquetas de la manga al traje, me disculparán.