Creo sin duda que lo mas sincero que voy a escribir acerca de mi este año, será lo que viene a continuación. Lejos de ver mi blog personal como un espacio de agonía emocional siempre he sentido que expresar en cualquier forma, resulta liberador.
Mañana voy a cumplir años y no estoy para nada emocionado, no siento motivación alguna y la verdad solo me gustaría que la fecha pasara rápido, me gustaría levantarme hoy a decir que ayer fue el día donde soy un año mas viejo, y es que parece que por formula matemática uno de cada 6 aniversarios parece que viene sobrecargado de emociones no muy sanas que digamos. Ojalá de una vez también se acabara esta año que lo único que esta reactivando son los problemas que dejaron los dos años anteriores. Ojalá fuera tan fácil como cuando las mujeres se van a la peluquería y se cambian de look y eso las renueva, pero es que ni pelo hay para hacerme una cepillada o ponerme al menos la keratina de epa Colombia, parece que necesito urgente cerrar ciclos de cualquier manera.
Estaba leyendo que esto que me pasa es un mal bastante común, y que a ese viaje emocional se le conoce como «Birthday Blues» y tiene toda una investigación detrás. Lejos de considerarme un hombre depresivo, es claro que —partiendo del auto diagnostico— no estoy bien. Y esto no es de ahora, viene desde muchos meses atrás, la falta de motivación para todo es el síntoma mas complejo de lidiar pero cuando se empieza a mezclar con pequeñas dosis de negativismo obtienes algo igual de inestable que la dinamita y como cualquier cosa inestable; o explota o se rompe. Soy sincero al decir que he hecho mucho esfuerzo para no explotar, pero hoy en especial siento que me puedo romper.
La generación de la que hago parte tiene un grave problema para aceptar la debilidad/vulnerabilidad en todas sus versiones, nuestros padres fueron de la indefinida generación X famosa por ser el motor económico de todas las demás generaciones hacia arriba y abajo, así que lo único que aprendimos fue a trabajar y a no quejarnos por nada. Sé que es así porque mientras escribo estas lineas pienso en que tan victimizante terminara siendo esta entrada y si a lo mejor se me están pegando los vicios de la generación de cristal a la que definitivamente no me quiero parecer.
Los cumpleaños pares son los que usualmente se dejan reservados para la familia y los amigos muy cercanos, no son como esa fiesta de cada dos años en donde toca atender a mas de una amistad hipócrita pero aun así se tiene la disposición, y creo que eso es justamente lo que ya a esta altura esta agotado: EL ESFUERZO, sobre todo para esos momentos en donde tus amigos te llaman, te escriben una pastoral por su red social favorita, te hacen videollamada o se aparecen bien vestidos en el almuerzo familiar pensando que después del postre sigue la rumba y creanme, la poquita serotonina que me queda esta reservada para atender a los clientes difíciles y a mi gato que en ultimas no tiene la culpa de este enzorre.
Sé que no es justo entrar en Modo Grinch con los amigos, la familia y la pareja. Pero creo que ya estoy cansado de tener que estarme despriorizando a cada rato que porque aquel lo dejo la novia, la otra esta deprimida, o aquella amaneció de mal genio cuando no es que los demás piensan que la paciencia sale en el mismo dispensador de hielo de la nevera. Hoy es de esos días en donde no quiero contestarle el teléfono a una manada de gente que no aparece en todo el año y hoy se sienten con el derecho de redimirse como buen samaritano con invitaciones a comer que uno no quiere o regalos que a uno no le gustan, esos mismos estarán pidiendo plata o favores en enero.
Lo que mas me la vuela es la gente pendeja que cree que uno se deprime porque que quiere, como si uno se levantara a mirar por la ventana y concluyera con que esta haciendo buen clima para demprimirse, hoy por ejemplo me escribió una vieja de esas que solo hablan cuando necesitan algo y me mando la típica pastoral copy+paste de cumpleaños, al final me pregunto que como estaba y le dije que no estaba de animo como para celebraciones ni nada, su respuesta fue inmediata diciéndome «No estes triste en tu cumpleaños», pues claro ¡Como no se me había ocurrido! voy a mover el switch que tengo detrás de la nuca de «deprimido» a «Feliz» que seguramente se me quedo apretado desde hace mas de 18 meses. Y luego están los que se emocionan mas que uno y arrancan a armar planes sin ni siquiera consultar comprometiendo el tiempo y las ganas que no se tienen. De cualquier manera es inevitable no sentirse como un culo con quienes se esfuerzan y recuerdan de corazón del día de tu cumpleaños, eso se limita a la familia, la pareja y los amigos muy cercanos (todo lo demás es lobby social), con ellos es con quien mas conflicto de interés se forma porque tienen la mejor disposición y esperan lo mismo de vuelta, pero ¿y si es eso lo que justamente no hay?.
Vengo de dos años de una guerra fría orquestada por el gobierno del país en donde vivo, de una pandemia, de un aislamiento, de duros golpes económicos, de la ausencia de mis amigos, de ver desaparecer momentos, de vivir la vida a través de una pantalla, de dar likes, de seguir y que me sigan, pero lo cierto es que a la vida real no le puedes poner filtros de instagram para camuflar los imperfectos (ojalá) y hay que procurarse bienestar propio antes de intentar compartirlo con otras personas. Hoy será ese cumpleaños depresivo que hace muchos años no me tocaba la puerta, supongo que será momento de recordar lo que alguna vez me hizo feliz, a los que ya están y a los que se fueron lejos, momento de cuestionarse a solas y des-aprender ese aislamiento que tanto daño parece haberme hecho.
La fiesta, la torta y los regalos se podrán hacer después, pero celebrar la vida no siempre puede ser una fiesta porque se corre el riesgo de adquirir ese mal vicio de no confrontarse al espejo, así que solo resta esperar en la tranquilidad que brinda esa metamorfosis emocional de la represión, creo que eso es lo único bueno de deprimirse, que descansas lo necesario como para entender que estar deprimido no tiene nada que ver con estar triste, eso es otro Mood, como el que esta prendido pero no borracho.
De vez en cuando a todos se nos cae la vida pedazos, y eso no es tan malo, a veces es necesario. A veces es inminente que se rompa en mil trozos para que, en el momento de recogerlos, sepamos cuántos debemos dejar en el suelo abandonados, yo sin duda no pienso pasar por un proceso de estos sin aprender lo suficiente y de paso actualizar mi manual de conocimiento propio, pues es lo único que se me ocurre como para poder lidiar con la tradicional lucidez de la depresión, descrita a menudo como un desinterés radical por las preocupaciones y esa necesidad constante de implicarse en los asuntos triviales, como enojarse con extraños y buscar pelea por Facebook. De hecho, es posible imaginar a un depresivo enamorado, pero un depresivo patriota resulta inconcebible, es por eso no se puede dirigir la ira hacia adentro.
Realmente nunca pensé que fuese lo suficientemente inteligente como para deprimirme, pero aquí estoy….
celebrando un cumpleaños, la parte «feliz» tocará dejarla para después.
Se les quiere.